miércoles, 1 de octubre de 2014

Y en reflexión...

Hoy estaba acostado, mirando el crepúsculo por la ventana de mi habitación... en lo que repentinamente una lagrima hacia acto de presencia emitiéndose desde un costado de mi ojo, haciendo a su vez un largo y lento recorrido en mi rostro..., y a decir verdad, no tenia ni la mas remota idea de a que se debía aquella lagrima, pero justo en ese momento, decidí reflexionar en las cosas por las que he pasado. Han sido momentos tristes, momentos de hamartía ¿Y por que no? también de felicidad. De mucha felicidad, diría yo... ¿Pero saben que es lo mejor de todo? Que aun sigo aquí, con mi frente bien en alto, imponiendo mi pecho a las circunstancias difíciles haciendo que estas retrocedan y de esta manera abriéndome paso hacia un camino que me llevara a cumplir mi meta.

En momentos, solemos llegar a decaer por una situación, pero por lo mas fuerte o dolorosa que esta sea debemos entender algo: El mundo no se va a detener porque tú te sientas triste, o porque dejes de hacer alguna cosa. Todo sigue y seguirá funcionando de la misma manera. ¿A que me refiero con esto? A que debes seguir adelante sin importar lo que se oponga en tu vida. Llora cuando tengas que llorar, pero eso si: hazlo en exceso para que así logres desahogarte por completo y no se te de por empañar de lagrimas los momentos de grata felicidad. Recuerda que si tu estas triste, los cercanos a ti lograran percibirlo y de una u otra manera, ellos también lo estarán. Y aquí entre nos, tú no quieres que eso ocurra... ¿O si?

Cuando queremos algo en realidad, el Universo conspira para ayudarte. Marcate un norte en la frente y cuando llegue el momento triste, recuerda cual es la meta o sueño que te mantiene ahora mismo de pie. De esa manera patearas a aquel triste momento y podrás abrir paso a un nuevo capitulo en tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario