domingo, 6 de julio de 2014

¿Y ahora que? He aquí, una corta historia de amor:

Ya nada es ni será como antes, sus dos almas se distanciaron tomando rumbos diferentes, colocando entre ellas una barrera para no volverse a cruzar jamás, aunque su corazón no lo quiera de esa manera. Aquellas personas de un mundo extraño, alguna vez se dijeron te amo sin conocer su significado ni en lo más mínimo. ¿Te das cuenta del error cometido? ¿No? TE AMO es una palabra profunda, que se adentra en lo más remoto del corazón, de allí sale ella. Como podemos notar "alguna vez se DIJERON te amo" he allí el error, se dijeron, de la boca para afuera, sin embargo, no lo sintieron, no sintieron el verdadero amor, no experimentaron una de las verdaderas razones de nuestra existencia. Cuando sentimos algo y este lo expresamos en palabras, la persona receptora puede sentirlo, puede notar que aquellas frases dichas son verdad. Aquellas dos personas se distanciaron cada vez más y mas, buscaron otra persona para intentar llenar aquel vacio, pero todo fue en vano. Cuando una persona es para ti, no hay forma de que esto cambie. Tres años después, no habían hablado ni se habían visto más, pero habían huellas en su corazón que aun no se borraban, que permanecían allí como una cicatriz. Ambos se mudaron al mismo lugar, sin uno saber del otro. Casualmente, un día como hoy, sus miradas se cruzaron, un intenso brillo hizo presencia en sus ojos, uno de ellos dejo atrás aquel orgullo que lo había separado del amor de su vida por años y camino hacia su Otra parte… la abrazó y la beso, ambos entendieron en aquel momento que las palabras estaban demás, cuando un fuerte abrazo y un beso podía explicar todo lo ocurrido, no se dijeron te amo, pues sus miradas lo hacían, miles de veces, sin parar. Tiempo después, se separaron. Entendieron que era mejor estar separados, así su amor por el otro nunca moriría, siempre permanecería vivo, con recuerdos inolvidables, tendrían presente que había alguien en el mundo que los amaba de verdad. Juraron colocarle el nombre de ellos a sus hijos, así siempre verían en ellos aquel amor incontenible que algún día pudieron presenciar en sus ojos.